domingo, 26 de abril de 2009

Lamerte

Deseo lamerte,
lamerte la mano, tenerla en la mía y cerrarla con un beso
tenerla cautiva, sin escape
todo el dulce de tus dedos, en mi mano,
toda tu piel, en mi mano
y que no te vayas, no te vayas, que quiero tenerte
en mi mano.

sábado, 17 de enero de 2009

Brotes


Podría comenzar con un insulto, no sirves para nada (muy ligero, falta de imaginación o experiencia), la verdad es que mi mente redunda de aquí para allá y viceversa, en un andar turbio que nada deja más que un sopor amargo que me recorre la cabeza, desde las orejas hasta las pestañas, meciéndolas felizmente en un subi-baja alternado acoplado a un ritmo de swing con destellos inesperados de funk. ¿Cómo reparar el discurso sin coger resentimiento consigo mismo? Las palabras, esas traicioneras, saltan asustadas, unas tras otras y tomándose su tiempo, saltan a final de cuentas ante un abismo colorado, colorado como los chabacanos (aunque tal vez un poco más clarito). Desde hacía mucho quería hacer esto, esto, el proceso hace la diferencia, el destino es menos suculento que el trayecto. Desde que comienzo brotan estas palabras, brotan como cucarachas en un abrevadero, bebiéndose las últimas gotas de piedad, enfrascada con eminente seriedad en un sobre con remitente propio, redundando, entréguese esta carta al portador de la misma, no vaya a ser que se equivoque, entonces sí que se armaría. Puedo escribirme a mi mismo, sí que puedo, y esperar con tremenda ansiedad la venida del cartero que me traerá noticias de mi mismo, cómo estoy, qué he hecho, hace mucho que no escuchaba de mí ni de mí, qué bueno que me reporto, espero estar bien y tener felices fiestas, me veo luego y me cuido. Podría hablar en segunda o tercera persona, todo depende de la perspectiva, ¿me hablo a mí mismo o me hablo a mis espaldas? Fíjate que me/te/lo vi entrar a su casa (la mía, la suya, la tuya) y preguntarse/te/me cómo había estado su/tu/mi día. Mi día estuvo chévere (si todavía se usa tal palabra), casi no me hablé a mi mismo, a mí ya no me soporto, solo conversé conmigo y conmigo, muy a gusto, como cuando te me presenté y que me hablé todo el día de mis proyectos y sueños y me conté de mi colección de ticks y suciedades, ya sé, lo que uno no cuenta más que a sí mismo, sólo que esta vez estaba tan en confianza que me lo conté a mí, debo tenerlo en consideración, mi opinión es muy importante para mí. Y luego seguiré con despidos inusitados tal vez en primera persona del plural. Nos vemos luego. Es todo, las palabras me abandonan, no sin antes cerrar el sobre con un guiño de ojo rojo y un brindis lisonjero, señal inequívoca de un estado avanzado de esa cosa tan extraña que denominan ebriedad y que en variadas ocasiones la susodicha cosa termina en embarazos no deseados, vómitos no deseados, disputas no deseadas, moretones no deseados e incluso orines no deseados, generación... espontánea.

martes, 25 de noviembre de 2008

Tareas


Debería suturar y arrastrarme
rosando el temblor remanente
el suspiro incauto de la tormenta próxima
el fuego inerte, destructor sempiterno

Debería preservar el ardor visceral
la furia sangrante, sopor diurno
faltaría decir que te extraño

Debería denunciar el miedo
corroer mi aliento
sobornar la aungustia
diluir tu rostro

Debería practicar tu entierro
silenciar tus palabras
exiliar tu recuerdo
Debería arrastrarme y regresar,
palpar el suelo
Debería ser yo

Soy incendio
soy grito
soy limosna
soy caricia
son lágrima
soy tormenta
soy clamor
soy un árbol enfermo

Debería correr y fatigarme
cesar de respirar y despertar
ven por mí, repárame
estoy tieso y sin fuerzas
de mí queda el viento apacible
la luz borrosa

Debería olvidarte
debería aniquilarte

jueves, 19 de junio de 2008

Microrelatos

Cuatro microrelatotes, con la palabra CRISIS y de menos de 400 caracteres.

Centro
Los dedos tamborileando sobre el piso, las yemas saboreando su viscosidad. No lo volvería a hacer, al menos eso pensó, “llegó alguien”. Se levantó, tomó su chaqueta y corrió a la ventana, subió las escaleras y reconoció el grito sordo de su madre al ver a su esposo en el centro de toda esa sangre. ¿Qué iba a suceder? No lo sabía, en su crisis sólo reconocía un temblor en la punta de su ojo izquierdo que le recordaba que estaba vivo, vivito y coleando.


Brisa de Verano
Resoplaba a cada paso, ¿por qué? por idiota. Tratar de espantar moscas a soplos no es algo muy inteligente ¿o sí? Las moscas siempre vuelven a posarse en el mismo lugar y personalmente si yo fuera mosca, me encantaría la brisa que este imbécil me proporcionaría. Con este calor y espantando moscas a soplos, ¿cómo fui a casarme con este tipo? Tolerancia, nada que hacerle, y con esta crisis al menos las moscas saldrán bien libradas con su brisita.

Ojotes
Ayer tuve un sueño, soñé que tenías alas y antenas, y volabas sobre mí. Yo trataba de matarte, porque eras bastante molesta, negra y grandota y además revoloteando por toda la habitación. En medio de la crisis comenzaste a cantar, qué voz tenías, al menos en mi sueño, que te he escuchado cantar y qué pena. Pero bueno, comenzaste a cantar y te reconocí, tú con tus antenas me tocabas la cara y yo sólo podía verme reflejado en tus cuatro ojotes, cómo te amaba.

lunes, 5 de mayo de 2008

Intento de narrador omnisciente...

No tardó mucho en subir las escaleras, recogió pronto sus cosas y sin vacilar salió de la casa. No había nada más que decir, su padre llegaría pronto y con él Camila.

Fue directamente a casa de su amigo Ruperto corriendo entre calles vacías y un ambiente húmedo, casi sofocante, con luces que se añadían a la tonalidad tétrica de la situación. Corrió y corrió, como si el viento fuera su compañero y no quisiera quedarse atrás, corrió hasta quedarse sin oxígeno en los pulmones, en la tráquea, en la nariz. Llegó por fin al portón frontal de la casa, no quería hacer ruido pues despertaría a sus padres y hermanos, cosa que no ayudaría en lo absoluto. Tomó un pedruzco y consiguió atinarlo en la ventana de su amigo. Debió haber estado dormido, no salía, y él con su desesperación sentía pasar el tiempo como navajas por su cuerpo, rasguñando sus brazos y piernas y manos. Lanzó una, dos, tres piedras más, pero Ruperto no aparecía ni mostraba seña alguna de su presencia. Por fin se abrió el portón y apareció Ruperto, aún somnoliento pero con la mirada de intriga en su rostro. ¿Qué es lo que quieres a esta hora?- preguntó en tono enfadado-Más te vale que sea bueno. Mi padre y Camila están por llegar - respondió rápidamente- sabrán todo, no tengo otra opción, no puedo regresar-¿Qué harás entonces? No, yo no puedo acompañarte, en esto te metiste tú solo, te lo advertí. Se quedaron en silencio por unos instantes y entonces Carlos rompió en llanto. No es mi culpa, no es mi culpa- balbuceaba, pero Ruperto permanecía inmutable - no hay más que decir, puedes quedarte en la cochera esta noche, pero mañana tendrás que rendir cuentas- por fin exclamó.

domingo, 20 de abril de 2008

Rutina

Subo tan rápido como puedo, un, dos, tres pasos, ¡zaz! ¡pinche agarradera! ¿Podría pasarle por favor? Cabrón, cómo molesta esta gente, y yo de pendejo que me pongo aquí, nomás se baja esa vieja y en putiza me traslado al lado opuesto. Afirmativo, no es ninguna molestia. Qué mal, ya nada más me queda para el regreso y de la comida nada. Esta señora qué se cree, mira que trayendo todo el mandado como si hubiera todo el espacio del mundo, ojalá se le rompan las bolsas, lo tiene bien merecido por tacaña. Esa chava está como quiere, esa faldita le sienta como anillo al dedo. En la que sigue por favor. ¿A dónde vas reina? quédate otro rato. Ya se fué, qué lástima. ¡Ay que me caigo! ¿Éste qué se cree? ¿que trae animales o qué pedo? Buenas tardes, buenas tardes, buenas tardes (buenas tardes), si no es mucha molestia por favor. Otro cabrón, ni qué hacerle, no es ninguna molestia. Aquí te paso, qué no escuchas o qué, aquí te paso. Ah sí, gracias. En la próxima por favor, córrele, que se hace tarde. Gracias!!

jueves, 13 de marzo de 2008

Títeres


Normalmente vagamos entre nosotros, somos títeres regalando copias de nosotros a los demás títeres, cada títere regalándose, una pequeña copia, un mini-yo, representación suficiente para que el otro te reconozca.

La comunicación no es mas que arrojar nuestras copias a los demás y esperar parecer lindos. Lindo es quien se parece a mí, lindo es quien me hace sentir bien, lindo es quien sigue las reglas de lo aceptable. Tal pareciera que el sentido de la estética discurre en torno a una moral colectiva fomentada por medios masivos que no hacen más que tirar títeres grandotes que socavan una identidad propia y terminan siendo como una calcomanía sobre nuestras caras, ocultando nuestros ojos, tapando nuestros oídos, todo se filtra a través de mercadotecnia y papel verde.

Somos títeres, títeres jalados por nosotros mismos, pululando en un espacio negro, solo faltaría encender la luz, jalar nuestros hilos hasta ese interruptor, el interruptor de la razón, para poder continuar jalándonos, esta vez sin enredarnos.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Gracia (version 2.1)

Lo entiendo doctor, pero lo que pasa es que ya no puedo aguantarla, todos los días es lo mismo con ésta. Ya son casi veinte años y ya no me parecen graciosas sus tonterías, sin mencionar lo avergonzado que me siento. Verá, antes solíamos ser buenos amigos, literalmente inseparables, los días comenzaban y ella estaba siempre ahí, con una sonrisa enorme que me alegraba el día con sólo verla. Me levantaba, alcanzaba mis zapatos, tomaba una ducha, desayunaba, y ahí permanecía, todo el tiempo, siempre con esa sonrisa. No era fastidioso, al contrario, me resultaba de lo más agradable su presencia y me parecían hilarantes todos sus chistes. Me asombraba lo enterada que estaba del mundo desde esa posición.

Aún recuerdo cuando íbamos juntos a la escuela, se sentía como apenada y le daba por esconderse y retraerse. En esos tiempos no era altanera, recuerdo perfectamente los días en los que se burlaban de ella y venía conmigo para que la consolara. De igual forma, cuando algo me ocurría a mí, podía siempre contar con ella. Los dos éramos un equipo inseparable, siempre riendo y cuchicheando.

De tal manera que decidí que debía tener un nombre. La llamé “Gracia”, no tanto por la similitud que hay entre lo que es y el nombre, más bien porque sólo bastaba con que ella se moviera un poco para hacerme retorcer de risa. Y así continuamos, siempre juntos, a cada momento; aunque poco a poco comenzó a cambiar nuestra relación. Pasamos a secundaria y tuve mi primera novia, ya en ese tiempo no era tan cómoda la situación, constantemente le daba por interrumpir las conversaciones para hablar de ella misma, como si todo girara en torno suyo. Pero seguimos, de alguna forma estimándonos mutuamente, cuando todavía no era tan densa la atmósfera.

El tiempo transcurrió y lentamente comenzó a surgir ese sabor de aborrecimiento, un enfado que se ha nutrido cada día más, hasta ahora. Si antes me alegraba la jornada, ahora ya no, ahora más bien la siento como una espina clavada que diluye los momentos que para otra persona serían placenteros. Puedo decir que ha sido como una piedrita que uno lleva en el zapato y que paulatinamente y por alguna razón crece, adquiere vida propia y hasta se burla descaradamente del infortunado que la porta, o sea yo.

Así continuó la cosa, a lo largo de estos años mi panza y yo hemos pasado por innumerables historias. La verdad no entiendo por qué se ha vuelto así, antes era muy modesta y cortés, amable en todo momento. Hoy en día es burlona y grosera, todo el tiempo con una cara que lejos de contagiar alegría, da un pánico terrible. Siempre asomándose inquisidoramente; y cuando se la ve, se apodera de uno un escalofrío absoluto que te recorre de pies a cabeza. Y no sólo se contenta con eso, además hace comentarios que ciertamente incomodan a la gente, que si tal persona es una callejera o no, que si tal tipo se mete con quien, que si no hay nadie mejor que ella... Resulta insoportable entablar cualquier comunicación con ella, ya no puedo más, ya no la aguanto.

Honestamente, no creo que sea muy importante lo que piense la panza que uno tiene, no obstante siempre he tenido mala suerte, mire que sólo a mí me tenía que tocar una que además de incómoda, tuviera carácter. Si no fuera porque ahora está dormida, nos estaría armando un tremendo escándalo que para qué le cuento. Ella es así, no es ni educada, ni modesta, y exige como si fuera una persona importante, mandona y encajosa.

Por eso vine con usted, tengo en usted toda mi confianza, yo ya he intentado de todo, desde dietas al borde de la hambruna, pastillas carisísimas, licuados amargos y asquerosos, hasta cremas y, válgame Dios, incluso ejercicio. Y siempre se queda ahí, mofándose, parloteando la poca cosa que piensa que soy y aparte alegando que nunca me libraré de ella. Ya no la quiero, si pudiera, la arrancaría de un solo golpe, la tomaría con mis manos hasta tenerla bien sujeta y con toda mi fuerza la desmembraría hasta que ya no quedase nada, ni un solo rastro. Desafortunadamente sé que no puedo hacer eso, lo peor es que ella también, aprovechándolo en cualquier oportunidad, restregándomelo en la cara con toda desfachatez.

Esto ya ha tardado mucho. Ya sé, conozco cómo son estas cosas, pero de todos modos me parece que han tardado bastante. Yo esperaría que para lo que cobran, el servicio fuera excelente. Bueno, no me quejo, al menos la enfermera fue linda.
¿Usted sabe cómo se llama? Me gustaría conocerla, desde que llegó ha sido muy amable y además es muy bonita. Bah, solo espero librarme de ésta para poder seguir con mi vida. Aunque, si todo sale bien, tal vez la invite a salir (suspiros), eso sólo si no se asustó demasiado. Mire que hace rato me estaba preparando para la cirugía, y todo iba de maravilla, hasta el momento en el que la estúpida ésta despertó. La pobre enfermera no sabía ni qué hacer, Gracia comenzó a insultarla, como siempre, sin siquiera saber lo que pasaba y ya estaba gritando y chillando, como gallina y que la estuvieran desplumando. Todo el hospital tuvo su rato de entretenimiento, no hubo más remedio que darle sedantes y rezar por que funcionaran.

Para mi suerte lo hicieron, y después de un rato pude ver de nuevo a la preciosa enfermera, por su cara pude percibir lo conmocionada que estaba, eso es lo que siempre ocasiona esta jodida Gracia, no hay día en el que no haga algo parecido. Después me trajo a este cuarto con usted, me puso el suero, me recostó y me inyectó con eso que está en ese frasco justo al lado suyo, supongo que han de ser otros sedantes o algo parecido. Ya tardaron en hacer efecto, ojala el tiempo pasara más rápido, ya me estoy desesperando.

Dígame, ¿qué le van a hacer después de que nuestra separación? Yo trato de imaginarme que llevan a las panzas a un lugar, digamos bonito, cómodo, algo así como un lugar de retiro para las panzas cansadas, donde puedan tomar el sol en sillones reclinables, con bebidas exóticas y toda la cosa. Al menos eso es lo que me esfuerzo en imaginar. Ustedes deben hacer algo con ellas, porque ni modo que las tiren o regalen, eso no estaría bien, la panza de una persona tiene historia, y en casos como el mío, tiene incluso personalidad, emociones, mente. Son cosas que no se pueden tirar así nomás, sería como echar a la basura una parte de nuestro ser y siendo parte de nosotros, merecen algo de respeto, por mucho que no las queramos.

Esto ya está haciendo lo suyo, me siento medio cansado. Usted no me ha respondido, sigue sentado esperando no sé qué, desde hace rato no me dice nadita. Ya le conté cómo es mi situación, no sería mucho pedir que me contestara. ¿Qué es lo que le van a hacer a Gracia? Al menos tengo ese derecho, ella es parte de mí, merezco saber qué le va a pasar. Por favor, dígame lo que le van a hacer…

Sigue sin responder, tal vez no fue tan buena idea venir, esa cara que pone no me da ninguna seguridad. Por favor dígame, después de todo esto ¿al menos podré verla de nuevo? Mínimo podría darme alguna seña, en vez de esa cara tan indiferente, tenga algo de respeto, después de todo es de mi cuerpo de quien estoy hablando.

Cada vez es más difícil seguir despierto. Me preocupa su silencio. Debe ser por lo que imagino y que siempre supe, nunca hice caso. Sólo quería librarme de ella… deshacerme de…. Fue un error venir, no puedo… es Gracia. Pasé mi infancia con ella, la que me conoce todo. Siempre ha estado ahí, apoyándome a su modo.

No puedo… por lo menos dígale que… que esta no es mi intención, yo no quería nada malo… sólo quería… Dígale que nunca la olvidaré, siempre recordaré sus bromas, que me arrepiento… que siempre fue buena conmigo… que soy una persona terrible. Hágale saber cuánto la quise… por favor. Yo no quería esto… carajo… dígale que la quiero… que me perdone. Por favor…

domingo, 9 de marzo de 2008

Mosquitas


No conozco a nadie que pueda volar, creo que es lo más normal del mundo pero la verdad es que yo no conozco a nadie que pueda hacerlo (¡mierda!). No espero que lo entiendan, yo mismo no me comprendo a momentos. Si tan sólo conociera a una sola persona que pudiera dar unos dos saltitos, levantar las extremidades, dar un tercer salto (esta vez con un poco más de esfuerzo), y remontar un vuelo mágico, a toda velocidad venciendo el viento funesto que viene en contra, timonear el viento, mover las alas, correr sobre las nubes levantando margaritas-cúmulos, violetas-cirros, orquídeas-stratos... si tan solo conociera a alguien así...
El problema con las personas que vuelan es que siempre andan muy rápido, de aquí para allá, salvando gente o gatitos y tal vez de vez en cuando algún bosque tropical que se esté incendiando y el helicóptero porta-agua está ocupado, siempre muy útiles, siempre dispuestos a ayudar, qué gente sin quehacer. Qué bueno que no conozco a nadie así, si conociera a alguien así probablemente me caería mal y acabaría criticándolo tooodo el tiempo y muy probablemente estaría verde de envidia y acabaría con un problema de nervios y en el hospital, y luego mi familia tendría que pagar una cuenta gigantesca y tendrían que vender las casas y posesiones, y todo para que ni me recupere por completo porque esas malditas moscas seguirían por ahí volando y salvando gente, tan insoportables. Qué bueno que no conozco a nadie que vuele, es lo mejor para todos.

lunes, 25 de febrero de 2008

Matinée

Ayer por la mañana fui a pasear por el parque frente a mi casa, no lo hago muy seguido puesto que me da frío y para qué quieres que me enferme. La cosa es que mientras caminaba noté algo precioso sobre una roca, corrí entusiasmadamente para cersiorarme de que no era solo la reminiscencia del sueño, al llegar vi sus color brillantes, partes azules con verdes, blancas, rojas, violeta, y un dorado central que deslumbraba. Le pregunté cómo había llegado ahí, no me respondió nada.